La eliminación del examen Transformar, de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), ha generado diversas reacciones, respecto a si la medida ayudará a resolver el problema de la falta de cupos en las universidades. Ramiro García, subdecano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador, considera que mientras no se incremente el presupuesto, la situación seguirá igual.

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En Notimundo al Día, Ramiro García, subdecano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador, explicó que uno de los grandes conflictos en la educación superior pública es que las medidas que se toman «no son estructurales ni sistémicas, sino coyunturales y específicas». En el caso puntual de la eliminación del examen Transformar, aseguró que se ha pasado de un sistema de admisiones centralizado a uno descentralizado, donde cada institución podrá establecer sus propios parámetros para el ingreso de estudiantes.

García señaló que la medida implementada por el Gobierno no soluciona la falta de cupos, ya que el bajo nivel de admisiones se debe a la infraestructura universitaria. «Los cupos se establecen de acuerdo a los parámetros de la Ley Orgánica de Educación Superior», precisó. No obstante, reconoció que la parte positiva es que se podrá focalizar el examen de ingreso de acuerdo a la carrera que se aspira, algo que no sucedía con Transformar.

Igualmente, destacó que ahora las universidades podrán establecer cuotas de acción afirmativa para garantizar el acceso de personas de distintas condiciones sociales.

Sin embargo, insistió en que los problemas de fondo no se atacan con la medida, pues no se toma en cuenta de forma integral al sistema educativo. «Si no hay una decisión política de empujar al sistema de educación superior pública por vía presupuestaria, el tema es muy complejo», sostuvo. Por ello, consideró indispensable duplicar el presupuesto de los USD 1300 millones que se destinan a las universidades públicas.

Finalmente, reconoció que es necesario rediseñar el modelo de gestión universitaria, sobre todo en este momento donde los cambios avanzan a pasos agigantados por la implementación de nuevas tecnologías. «Desde hace muchísimo tiempo la educación superior pública ha tenido un aletargamiento; la creación de nuevas carreras ha sido a cuenta gotas. Las sociedades caminarán al ritmo que su sistema universitario imponga; del aletargamiento, solo se sale con inversión», puntualizó.

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