El rapto del empresario y diplomático Colin Armstrong levantó nuevamente las alertas sobre el avance del secuestro extorsivo en el país. En NotiMundo al Día, Héctor Franco, jefe de la UNASE, explicó que lo más importante en estos casos es la inmediata denuncia, para que las unidades especializadas puedan ejecutar su labor con efectividad.

Al menos 15 sujetos fuertemente armados participaron en el secuestro de Colin Armstrong, excónsul honorario de Reino Unido, ocurrido en Baba, provincia de Los Ríos.

La organización demostrada durante el crimen da cuenta de que este era un caso planificado, según Héctor Franco, jefe de la Unidad Nacional Anti Secuestros y Extorsiones (UNASE). Existen otros casos, en cambio, que son delitos de oportunidad, que se han presentado con mayor frecuencia en Quito, agregó.

Estos ocurren cuando los delincuentes detectan a personas en situaciones vulnerables, como estar libando en la vía pública. Franco insistió en la importancia de que existan denuncias, pues hay casos reiterativos, donde distintos miembros de una misma familia han caído en manos de este tipo de criminales, pues saben que cancelan el monto solicitado y no lo reportan a las autoridades.

Esto permite garantizar la efectividad del rescate, dijo Franco, como ocurrió en el caso de Armstrong, donde los delincuentes, al sentirse acorralados, liberaron a la víctima y se permitió la captura de nueve implicados. Informó que este año existen 124 casos, de los cuales 117 casos han sido resueltos, mientras que quedan 7 pendientes.

«Desde el primer momento que se sospecha de un secuestro o extorsión, se puede poner la denuncia; la falta de conocimiento hace que las personas no denuncien en primera instancia», apuntó.

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