En el análisis semanal de Más allá de los hechos, Fausto Terán, vicepresidente de la Comisión de Gobiernos Autónomos Descentralizados y asambleísta por Alianza PAÍS, Sonia Crespo, cofundadora de la Fundación Provida, y Pamela Troya, activista LGBTI, se refirieron al proyecto de Ley Orgánica De Gestión De La Identidad y Datos Civiles.
Terán explicó que el sexo se trata de hombre o mujer y el género es cómo uno posteriormente se va sintiendo. “Hemos dejado la libertad para que a partir de los 18 años haya la posibilidad de cambiar de sexo a género”, precisó.
Para el asambleísta, no va a cambiar la discriminación porque se incluya o saque un dato de la cédula. “El fin es quitar esa mentalidad de rechazo del que se siente diferente, pero discriminación siempre tendremos”, puntualizó.
Además, señaló que, de acuerdo a la Constitución, el matrimonio es de dos personas de diferente sexo y no existe la posibilidad de que exista un matrimonio de dos personas de igual sexo. “El Registro Civil tendrá la ficha de cómo nació la persona, ya sea hombre o mujer” y con esa ficha se realizará el matrimonio”, dijo.
Asimismo, agregó que con respecto al apellido del ciudadano, se mantiene la primera opción que es que vaya el apellido del padre, en la cédula, y, si es que hay un acuerdo en la pareja y deciden que el apellido de la madre debe ir primero, solo así se pondrá lo pactado.
Por otro lado, Sonia Crespo, cofundadora de la Fundación Provida, considera “soprendente” que por una población pequeña se dedique tanto tiempo a legislar y justificar un cambio así.
“Por apenas 334 personas transexuales, identificadas por el INEC, se está haciendo todo un cambio y están causando graves consecuencias al fututo. Por favorecer a estos pequeños grupos nos están afectado a la mayoría”, manifestó.
Además, comentó que este proyecto de Ley se presta a confusiones y se produce una inseguridad jurídica. “En lugar de avanzar en este proceso de investigar más las raíces de la familia, se está retrocediendo. Los tipos de familia no son necesariamente un término para referirse a las familias homosexuales”, agregó.
Para Crespo, los padres no tienen derechos a tener hijos, los hijos tienen derecho a tener padres. La naturaleza nos dice que los niños vienen de un papá y de una mamá. “El 99% de la población que no pertenece a los colectivos LGBTI no está siendo escuchada. Los grupos LGBTI quieren privilegios, no igualdad derechos, porque sí los tienen”, criticó.
Para finalizar, Pamela Troya, activista LGBTI, dijo que lo que los colectivos estaban solicitando era que se sustituya definitivamente el campo sexo por género. “Esto iba a ser un avance, sobre todo, para las personas trans porque genera una fuerte discriminación. El convertir este campo en opcional, genera un modelo de doble cedulación”, subrayó.
“Esta alarma que pretenden dar que vamos a poder casarnos no es real. Toda esta Ley se ha generado alrededor del tema más polémico, pero han dejado a un lado el tema de los menores”, acotó. Para Troya con esta Ley no están reconociendo la Unión de Hecho ni la familia en sus diferentes tipos.