En Notimundo Estelar, César Ricaurte, director de FUNDAMEDIOS, explicó la Ley de Comunicación presentada por el Gobierno Nacional es un texto mejorado, pero que sus bases siguen siendo las del 2013. Aseguró también la necesidad de crear un mecanismo que garantice la seguridad en el trabajo periodístico.

Fuente: Presidencia

Este martes 11 de noviembre el presidente de la República, Guillermo Lasso, envió al Registro Oficial la nueva Ley de Comunicación, la cual entrará en vigencia una vez sea publicada. El Primer Mandatario aseguró que la misma “protege la libertad de expresión”, y como un acto simbólico, lanzó a un tacho de basura la denominada “Ley Mordaza”, aprobada en 2013.

Ricaurte mencionó que este texto corresponde a una ley “parchada” varias veces. Tuvo reformas en el 2018 y 2019, y en este año fue debatida en la Asamblea Nacional, que pese al veto presidencial, 30% de lo articulado por el legislativo entró en vigencia.

Uno de los avances sustanciales en esta Ley es la creación de un mecanismo de protección a periodistas. Guillermo Lasso mencionó que ahora “el periodismo podrá desenmascarar a los narcopolíticos que operan en el Ecuador y desde el exterior”; sin embargo, para Ricaurte este solo es un punto de partida que debe ser trabajado. 

“Este mecanismo, tal como está en la Ley de Comunicación actualmente, no tiene diseño institucional ni recursos. La promesa de garantías hechas por Lasso, si no se le da operatividad, no servirá de mucho”, declaró.

Otra de sus preocupaciones es que no se ha avanzado en la protección a periodistas en cuanto a delitos de opinión, pues existen caminos penales para castigar la opinión en el país.

No se ha avanzado absolutamente nada en la despenalización de delitos de opinión, en este momento se pueden generar acciones penales en contra de periodistas. Hay sectores sociales o políticos con consignas claras de amordazar a la prensa”, aclaró.

Ricaurte finalizó diciendo que no existen las condiciones de seguridad, ni las garantías para ejercer con absoluta libertad el trabajo periodístico. El respeto a la prensa y los mecanismos de protección a los cuales hizo hincapié deben llevarse a la operatividad, pues significarán cambios culturales y estructurales para la sociedad.

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