En Más Allá de los Hechos con Estéfani Espín, Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, señaló que la economía ecuatoriana necesita crecer y para ello, se vuelve imperante que el Gobierno reduzca aranceles y elimine el gasto público improductivo.

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Pablo Arosemena-Presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil Créditos: Twitter Cámara de Comercio de Guayaquil

El Gobierno Nacional accedió a derogar el decreto 883 que eliminaba el subsidio a los combustibles y por el cual se generó una gran ola de protestas en el país que duró 11 días. La medida fue acordada en el marco del diálogo realizado entre el Ejecutivo que preside Lenín Moreno y los movimientos indígenas. El reto ahora, para ambos sectores es elaborar un nuevo documento que, por un lado, focalice la liberación del precio de la gasolina extra y del diésel y, que, por otro, permita al Estado la recaudación de recursos que le ayuden a reducir la brecha fiscal que bordea los USD 5 mil millones.

Para Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, es necesario sanear la economía ecuatoriana, una de las más caras de la región y esto no se lo puede hacer imponiendo más carga tributaria al sector empresarial que es el que genera inversión, empleo y recursos al país.

“En el sector público hay dos o tres focos de despilfarro. Uno de ellos es la burocracia de toda la vida presente en las instituciones públicas que demuestra que persiste la raíz de “piponazgo” que debe ser cortada del Estado y, por otro lado, las compras públicas que no se realizan a precio de mercado, de forma más económica, sino que se lo hace pagando 10 veces más caro y tercero, las empresas estatales como Tame, Flopec, CNT, que no son eficientes, cuyas cuentas y balances no son transparentes y, además, le generan pérdidas a las finanzas del país”, indicó Arosemena.

En mantener la burocracia el Gobierno gasta USD 9 mil 500 millones, de eso podría reducir USD 500 millones anuales. En compras públicas el Estado gasta alrededor de USD 2mil millones, ahí podría bajar un porcentaje de entre USD 400 y 500 millones sí es posible. Además, el Gobierno tiene que buscar una salida a las empresas públicas que no solo que tienen un déficit financiero, sino que también le siguen generando una deuda al Estado Ecuatoriano.

Finalmente, Arosemena cree que no es posible seguir manteniendo el subsidio a los combustibles y que hay que encontrar la manera fe focalizarlo.
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