Fausto Cobo, director del Centro Nacional de Inteligencia Estratégica (CIES), señaló que no hay una solución a corto plazo para acabar con la inseguridad y la infiltración del narcotráfico en el país, pero lo importante es "recuperar la iniciativa y capacidad de disuasión".

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En Decisiones con Jorge Ortiz, Fausto Cobo, director del Centro Nacional de Inteligencia Estratégica (CIES), explicó que Ecuador siempre ha sido un territorio en disputa por amenazas convencionales y ahora no convencionales, como el narcotráfico y el crimen organizado, principalmente, por su posición geográfica.

Cobo aseguró que, durante los últimos 14 años, el país ha sufrido una intensa penetración de los carteles internacionales de narcotráfico, debido a medidas como la salida de la Base de Manta y las leyes que beneficiaron a las bandas criminales, como la Ley de Seguridad Pública y del Estado, donde se «desbarató» el sistema de seguridad integral nacional.

«Ahora las bandas nacionales son una herramienta de las internacionales», señaló Cobo, lo que ha incrementado en sobremanera el microtráfico en las calles del país. Esto ha producido que el 80% de la violencia que se vive en Ecuador sea producto de esta práctica delincuencial. Pero el narcotráfico se ha incrustado en las más altas esferas del poder, indicó, y tal es así que el exministro de Gobierno, Francisco Huerta, advirtió en 2009 que Ecuador es una narcodemocracia.

Cobo explicó que el principal eje estratégico de estas bandas es infiltrarse en las instituciones estatales y en los procesos de toma de decisiones. No obstante, aclaró que en este problema no solo están inmiscuidas organizaciones de México, sino también de Europa. Recalcó que el trabajo de las bandas nacionales consiste en proteger el corredor de tránsito de la droga para que sea vendida en los mercados internacionales.

En este sentido, aclaró la seguridad nacional no puede recaer únicamente en la Fuerza Pública, sino en el Estado como tal. Indicó que, a falta de acciones concretas en este sentido, es que ahora «estamos como estamos». No obstante, resaltó que la guerra contra este problema aún no está perdida, ya que «la sociedad ecuatoriana ha dado muestras de enfrentar crisis y conflictos, y siempre salir adelante, pues somos un pueblo bueno y con gran voluntad de lucha«.

Cobo consideró que el auge delictivo en el país se vio favorecido con las políticas del expresidente Rafael Correa, donde se «desmanteló el control del Estado». Por ello, insistió en que no hay una solución a corto plazo, pero lo importante es recuperar la iniciativa y capacidad de disuasión. Un claro ejemplo de infiltración, a decir de Cobo, fue la pasada campaña presidencial, donde se habría financiado con fondos vinculados al narcotráfico al candidato Andrés Arauz, del correísmo.

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