Una serie de irregularidades se habrían cometido al interior del Consejo de la Judicatura por parte del actual presidente, Fausto Murillo. En Notimundo al Día, Heytel Moreno, exdirector del organismo, señaló que en un informe hecho durante su administración se detalla el desorden existente en la institución, y denunció que Murillo habría amenazado a su equipo de trabajo para que los informes de diagnóstico de los núcleos de Guayas y Manabí no salgan a la luz pública.

Créditos: El Telégrafo.

En Notimundo al Día, Heytel Moreno, exdirector del Consejo de la Judicatura (CJ), señaló que durante su administración se realizó el Informe de Diagnóstico Preliminar Institucional, donde se evidenciarían una serie de anomalías en la administración, además de que la presidencia del organismo siempre habría estado «secuestrada» por el vocal Fausto Murillo, quien ahora se desempeña como titular del organismo.

Según Moreno, Murillo mantuvo un liderazgo permanente en la bancada que tenía la mayoría de votos en el pleno del CJ. «Con los votos, imponía su voluntad y su agenda», aseguró. Además, acusó a Murillo de intentar «secuestrar» la Dirección General, cuando todavía estaba a cargo del puesto. «Un día, en mi ausencia, llamó a mi equipo a su despacho para advertirles que su función era no permitir que se emitan los informes», aseguró.

En dicho documento, estarían evidenciadas varias acciones irregulares y omisiones del CJ. Además, Murillo habría amenazado al equipo de Moreno, anunciándoles que, si permitían que se entreguen los informes de los núcleos de Guayas y Manabí, iban a ser separados de la institución.

Según Moreno, en el Diagnóstico se determina que existen más de 25 normativas que debieron ser generadas antes de su llegada en 2021, algo que nunca ocurrió. Asimismo, se establece que no existían normativas para el banco de elegibles, de talento humano, ni de fijación de costos administrativos. Entre otras falencias evidenciadas en el documento, se determinaba que no había un reglamento de evaluación de desempeño.

El desorden que se evidencia en dicho informe, debería ser respondido por Murillo, quien habría mantenido siempre el control durante la presidencia de María del Carmen Maldonado.

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