Nelson Iván Serrano Sáenz es un ecuatoriano de 83 años que está en el “corredor de la muerte” en una cárcel de Florida, Estados Unidos. Francisco Serrano narra la sentencia inconstitucional que acabará con la vida de su padre “posiblemente en el 2022”. Además, Óscar Vela, abogado y autor del libro ‘Los Crímenes de Bartow’, explica que este es el caso de una persona que a causa de un acto de corrupción será ejecutada por crímenes que no cometió.

Créditos; Twitter El Telégrafo

En NotiMundo Estelar, Francisco Serrano, hijo de Nelson Serrano, manifestó que su vida cambió por un acontecimiento cometido el 3 de diciembre de 1997; en Bartow, Condado de Polk, estado de la Florida. Indicó que en el sitio ocurrió el crimen de cuatro personas – hecho por el cual su padre permanece en prisión – y aseguró que tras varias investigaciones realizadas se identificó que el hecho ocurrió por un escenario de sicariato. Agregó que el móvil del hecho habría sido la “desaparición” de USD 4 millones.

Detalló que la Policía de Florida condenó a su padre por ser “latino” y, también, porque, en el momento que sucedieron los asesinatos, Nelson mantenía un juicio con uno de los fallecidos. Precisó que, hasta el momento, se han agotado todos los recursos para demostrar la inocencia de su padre, pero afirmó que la sentencia es inamovible y las pruebas de descargo han sido rechazadas porque este es el hecho “más horroroso” del Condado. Rechazó que esto sucede pese a existir constancia de que otros individuos participaron en el ilícito.

Por su parte, Óscar Vela, abogado y autor del libro ‘Los Crímenes de Bartow’, dijo que su novela contiene 342 páginas de una investigación realizada para demostrar la injusticia cometida en contra de Nelson Serrano. Indicó que la pena es inconstitucional porque las pruebas fueron “ocultadas” durante el juicio.

Insistió que, dentro de la investigación, llevada a cabo por las autoridades estadounidenses, había muchas evidencias y pruebas que revelaban la presencia de otras personas, distintas a Serrano, en el lugar de los hechos.

Manifestó que la única prueba acusatoria, en contra de Nelson, es un boleto de parqueadero que, además, no consta en el expediente judicial porque fue desaparecido durante las pruebas químicas.

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