La gigante empresa de movilidad Uber llegó a acuerdos con la Nasa para crear taxis voladores hacia el 2020. El proyecto ya cuenta con los avales pertinentes y se pondrá en marcha a la brevedad, dando paso a un avance tecnológico esperado desde 1980.

NOTIMUNDO

Uber ha llegado a un acuerdo con la NASA para el desarrollo de la gestión del espacio aéreo no tripulado y de los sistemas aéreos no tripulados de cara a hacer realidad uberAir, un servicio de taxis voladores que prevé que sea una realidad en EEUU en tres años.

La colaboración entre entidades facilitará operaciones seguras y eficientes de los sistemas aéreos no tripulados a baja altitud siendo el primer paso de una red de movilidad aérea a nivel global.

La compañía ha explicado que -después de Dallas y Dubái- Los Ángeles ha sido seleccionada como la segunda ciudad estadounidense en la que uberAIR estará disponible. Un proyecto que va cogiendo consistencia ya que el objetivo de la compañía pasa por comenzar en 2020 las pruebas de este servicio, consistente en una red de aeronaves eléctricas que permitirán vuelos urbanos de hasta cuatro plazas.

Estos vehículos será eléctricos y son capaces de hacer su despegue y aterrizaje en forma vertical, aunque se diferencian de los helicópteros en que son notablemente más silenciosos, estables y más respetuosos con el medio ambiente.

La apuesta de Uber por el transporte aéreo pasa por reducir la congestión y el tiempo que los pasajeros están en circulación, «contribuyendo a largo plazo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero», explica la empresa. Para hacerlo, han comparado los datos de las rutas más populares y los tramos de congestión en las autopistas para diseñar las rutas más adecuadas.

Así por ejemplo, Uber explica que con este nuevo método de transporte el cliente podría ahorrar casi una hora de trayecto para ir desde el aeropuerto de Los Ángeles al pabellón Staples Center si se compara uberAir con su servicio de coche tradicional, uberX.

La NASA, un «papel relevante»

La compañía planea explorar nuevas oportunidades de colaboración con la NASA, que «tendrán un papel relevante en la apertura del nuevo mercado de la movilidad aérea urbana. Esta colaboración forma parte del compromiso que tiene la NASA con la gestión del espacio aéreo no tripulado, que incluye diversas instituciones públicas, académicas y entidades privadas», explica Uber a través de un comunicado.

El acta nacional de Aeronáutica y del Espacio confiere a la NASA la autoridad exclusiva de firmar acuerdos  con diferentes socios para avanzar en la misión y objetivos del organismo, permitiendo a ambos intercambiar información y trabajar de forma conjunta para la consecución de proyectos.

De este modo, Uber se compromete a trabajar para desarrollar parte de la tecnología que permita operar a las naves a baja altitud de forma segura y sencilla. Asimismo, las actividades de vuelo, el desarrollo de software, las operaciones aéreas relacionadas y las pruebas de la tecnología ocurrirán en su mayoría en el marco del proyecto Technology Capability Levels.