Los socorristas ucranianos seguían este viernes las operaciones de búsqueda en Vinnytsia, una ciudad del centro del país hasta ahora alejada de los combates y que la víspera fue blanco de bombardeos rusos que dejaron al menos 23 muertos, entre ellos varios niños.

Foto: Archivo / ROMAN PILIPEY

Las autoridades ucranianas identificaron a una de las fallecidas como Liza Dmitrieva, una niña de cuatro años con síndrome de Down que se dirigía con su madre Irina a un centro terapéutico de esta ciudad de 370.000 habitantes situada a 250 kilómetros al suroeste de la capital ucraniana Kiev.

Las imágenes del cochecito rosa de Liza, volcado en la calle y manchado con la sangre de la niña, simbolizan los destrozos provocados por varios misiles lanzados por un submarino ruso que patrullaba el mar Negro.
Irina, la madre de la menor, está viva pero en condición “crítica” tras haber sido sometida a una cirugía, dijo Sergiy Borzov, autoridad local de Vinnytsia.

Irina publicaba regularmente en internet noticias y fotos de las hazañas y numerosos desafíos de su hija, convertida en una especie de miniestrella de las redes sociales.

La cuenta de Instagram creada por la madre y dedicada a Liza contaba con cerca de 20.000 seguidores, cifra que pasó a 80.000 el viernes por la mañana tras la tragedia.
El despacho del presidente ucraniano informó el viernes que 18 personas siguen desaparecidas y que hay 73 hospitalizados. Cerca de 400 personas siguen trabajando el viernes en las tareas de desescombro.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “horrorizado” por el bombardeo y la Unión Europea (UE) lo calificó de “atrocidad”. En los dos casos se pidió que haya una rendición de cuentas.

Dirigido a reunión de fuerzas aéreas ucranianas

El ejército ruso afirmó que el bombardeo en Vinnytsia estaba dirigido contra “la casa de los oficiales” de esa ciudad donde se celebraba una reunión del “mando de las fuerzas aéreas ucranianas con representantes de proveedores extranjeros de armas”.

Algo que puso en duda un funcionario del Pentágono: “No tengo indicios de que había un objetivo militar cerca de allí”, dijo a la prensa el funcionario, que pidió mantener el anonimato. “Parecía un edificio de apartamentos”, añadió.

Ucrania anunció que había recibido su primera entrega del sofisticado sistema de lanzacohetes múltiples MLRS M270, como parte de la ayuda militar proporcionada por las potencias occidentales.

Actualmente el grueso de los combates están centrados en el sur y en la cuenca minera e industrial del Donbás, en el este.

La ciudad de Mikolaiv, en el sur, sufrió un ataque el viernes en el que murieron cinco civiles.

En la parte oriental, los separatistas prorrusos afirmaron el viernes que se acercan a Siversk, que es su próximo objetivo, tras hacerse con el control de las localidades gemelas de Lysychansk y Severodonetsk, hace dos semanas tras rudos combates.

“El mando ucraniano ha decidido ir gradualmente retirando sus unidades de la localidad de Siversk”, afirmó Andrey Marochko, portavoz de las milicias de los separatistas en declaraciones a la agencia TASS.

El combatiente separatista Daniil Versonov, dijo que sus efectivos están de a poco “limpiando” el distrito este de Siversk en pequeños grupos.

La AFP no pudo corroborar estas informaciones de forma independiente.

Fuente: El Universo – Nota original: LINK