Pacientes, médicos, y trabajadores de los hospitales públicos del país denuncian una caótica situación que está al borde del colapso. Sin embargo, para las autoridades de Gobierno, no hay tal, y se defiende la gestión, asegurando que son casos puntuales, pues en otros hospitales las cosas funcionan perfectamente.

En Más Allá de los Hechos, Santiago Carrasco, presidente de las Federaciones Unidas de los Profesionales de la Salud del Ecuador, consideró que la crisis en el sistema de salud público ha tocado fondo y que actualmente se vive un caos en la gestión sanitaria, así como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Iess).

Para Carrasco, la corrupción es la enfermedad más grave que ha afectado al país, y aseguró que la crisis por la que atraviesa el sistema de salud tiene como responsables a quienes están al mando del Ministerio, pues «son los mismos que han estado durante 15 años». Expresó su descontento, porque tampoco se ha dado paso a las sugerencias que se han emitido desde el gremio, para ayudar a subsanar los problemas de este sector.

Asimismo, denunció que parte de la situación en la que ahora vive el país se debe al otorgamiento de contratos y nombramientos definitivos para quienes aprovecharon las circunstancias de la pandemia, cuando quienes arriesgaron su vida y pusieron todo de sí durante la pandemia, fueron desvinculados.

Según el galeno, debería hacerse una auditoría, pues hasta el momento el Ministerio de Salud ha ejecutado únicamente del 30 % del presupuesto, cuando se debería haber invertido al menos el 40%, de un monto total de aproximadamente USD 500 millones.

Todos estos factores reflejan la falta de gestión e ideas en este sector, a decir de Carrasco, pues, por si fuera poco, algunos hospitales ni siquiera cuentan con servicios básicos, como el Hospital de Rocafuerte, en Manabí, donde “no hay ni siquiera agua para lavarse las manos”. Recordó también que el trato que se ha dado a los médicos no es el mejor, pese a que hubo más de 600 miembros del gremio que perdieron su vida durante la pandemia del Covid-19.

“Lo que se busca es arrimar el hombro y salir adelante”, añadió Carrasco, asegurando que en sus 40 años de profesión médica, nunca había presenciado una situación tan caótica como la que se vive en la actualidad.

Toda esta preocupación es compartida por David González, presidente de la Red Unión Nacional de Enfermeros y Enfermeras del Ecuador, quien aseguró que hacen falta insumos, medicamentos y talento humano para brindar atención con calidad y calidez.

Además, denunció que existe sobrecarga laboral para los profesionales de la Salud, donde se registran casos de enfermeros que trabajan turnos de hasta 12 horas al día, y se atienden hasta 25 pacientes por profesional. Indicó que se ha solicitado una nueva contratación de personal, pero no ha sido aceptada.

González sostuvo que el equipamiento de los hospitales es deficiente, la infraestructura está en mal estado, y no se cuenta ni con los insumos básicos para atender a los pacientes. «En los peores casos no se tiene ni siquiera el equipo para hacer una radiografía”, lamentó.

Además, añadió que en el Hospital Pablo Arturo Suárez (HPAS) no hay material para placas impresas, faltan hilos de sutura, jeringuillas, entre otros insumos de primera necesidad. De igual forma, la administración del sistema de salud no es la mejor, debido a que “se dio beneficio a muchos que entraron por la ventana», y no se ha hecho un seguimiento en cuanto a estas irregularidades.

Por su parte, Juan Barriga, representante de las Asociaciones de Médicos de Hospitales del Ministerio de Salud, explicó que su postura no tiene fines políticos, sino que busca el beneficio de los pacientes. En el HPAS, por ejemplo, existen 874 personas en lista de espera, que no han podido ser atendidos porque no se cuenta con lo necesario. Pero esta realidad se repite en todo el país, lo que refleja que al momento cerca de 18 hospitales a nivel nacional han solicitado la declaratoria de emergencia en el sistema de Salud. “A diario se constata la ineficiencia de las autoridades”, enfatizó.

Aseguró que en el HPAS no cuentan con resonancia magnética y que el tomógrafo no funciona, y que por denunciar lo que acontece ha enfrentado procesos disciplinarios, a manera de amedrentamiento, pero recalcó que mientras no se reconozca la situación, no va a haber mejoría.

Según Barriga, en noviembre de 2021 se hizo el requerimiento de insumos, “pero las autoridades cambian y los procesos quedan sin ejecución, por lo que toca empezar nuevamente”. Frente a la posición del Ministerio de Salud, consideró que “a la Ministra le enseñan lo que los mandos medios quieren que vea», y por ello no se entera de la realidad. “Cuando hemos mantenido reuniones, en todas se termina diciendo que no hay plata”, puntualizó.

Finalmente, Ximena Garzón, ministra de Salud, aseguró que no existen motivos para declarar en emergencia el sistema de Salud, pues esta medida se puede tomar cuando no existe planificación de un evento fortuito, como la pandemia, conmoción social o un desastre natural. Recordó que al momento el país está saliendo de una emergencia, donde “se hicieron negociados hasta con las bolsas para cadáveres”.

Garzón informó que se ha asignado el presupuesto necesario a los hospitales para hacer estudios de infraestructura, como del Pablo Arturo Suárez y del Enrique Garcés, para que no existan mayores daños de los que se presentan a la fecha. «Estamos adquiriendo medicamentos y abasteciéndonos, entonces no cabe la emergencia», añadió. Por otro lado, dijo que al momento de la declaratoria se podrían facilitar procesos de corrupción, «que es lo que ha pasado en los últimos años, donde se han feriado la salud del país».

Según la Ministra, el Hospital Enrique Garcés tiene un problema hidrosanitario, que no ha sido intervenido durante décadas. «Hemos dado USD 400 mil para un estudio de ingeniería para saber qué hay que hacer y empezar a cambiar el sistema», indicó, al tiempo que defendió la gestión del Gobierno, manifestando que “se está haciendo lo que nadie ha hecho».

En el caso de las personas en lista de espera, Garzón apuntó que se está trabajando para que haya descongestión en los hospitales, y que el fin es mejorar la capacidad de resolución del sistema de salud del Ministerio, por lo que se están habilitando nuevamente los cerca de 2000 equipos, pero que tienen problemas legales que fueron heredados.

Además, aseguró desconocer sobre problemas de servicios básicos, como en el Hospital de Rocafuerte. En cuanto al HPAS, indicó que en 2017 fue recibido por otras autoridades, y que se dejó el 30% de espacio operativo, para poder realizar el reforzamiento de las columnas. Afirmó que en esa casa de Salud hay un presupuesto referencial de cerca de 51 mil dólares, para adquisición de materiales anestésicos, materiales de baja rotación, entre otras.

Añadió que los procesos de adquisición salen de los propios médicos, pero “cuando no se hace de forma correcta, se caen”. Aseguró que en el HPAS está el 80% de abastecimiento de medicamentos y el 84% en dispositivos médicos, además de las adquisiciones para los insumos para traumatología.

Defendió que con el Plan de Medicina Siempre se está externalizando los fármacos para que lleguen a la ciudadanía, y se eviten los negociados ni medicinas caducadas en los hospitales. Asimismo, destacó que este plan pretende terminar con la corrupción. Por último, aseguró que, si llegara a enfermar, se haría atender en el Hospital Eugenio Espejo, o en otro hospital de la red pública del país.

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