La fuga del país de la exministra de Transporte y Obras Públicas del correísmo, María de los Ángeles Duarte, marcó un quiebre en las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Argentina, y llevaron a la expulsión del embajador Gabriel Fuks, que este viernes dejó el país, tras haber sido declarada persona non grata. Según el canciller Juan Carlos Holguín, Fuks fue cómplice de la salida irregular y las más altas autoridades argentinas conocieron el hecho, mucho antes de que fuera comunicado oficialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores.

En Decisiones con Jorge Ortiz, Juan Carlos Holguín, canciller de la República, rechazó las aseveraciones del expresidente Rafael Correa, quien durante una entrevista en un medio colombiano aseguró que a la exministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte -sentenciada a ocho años de prisión por el caso ‘Sobornos’- era una rehén política del gobierno de Guillermo Lasso.

Según Correa, Lasso lo habría contactado en algunas ocasiones para pedir apoyo, a cambio de su libertad. Esto fue refutado por Holguín, que recordó que Correa también es un prófugo de la justicia y que sus afirmaciones carecen de validez, pues el correísmo habría sido el que quiso utilizar a Duarte como moneda de cambio, para sus intereses. «Recibí mensajes de asambleístas de UNES (bancada del correísmo) diciendo que si daba el salvoconducto (a Duarte) no me harían el juicio político a mi», aseguró el ministro de Relaciones Exteriores.

Los roces diplomáticos con Argentina, después de la fuga de Duarte de la embajada en Ecuador, se profundizaron debido a la inconsistencia de las declaraciones de las autoridades de ese país.

La petición de asilo político para Duarte, que fue negada por el Gobierno Nacional, se justificaba la solicitud argumentando que el hijo de la exministra, de nacionalidad argentina, no podía perder el derecho de reunirse con su padre, también ciudadano ‘gaucho’.

No obstante, Holguín aseguró que fuentes diplomáticas le confirmaron que la última vez que Duarte fue vista en la embajada, estaba en compañía del padre del menor, que lo visitaba con frecuencia.

Asimismo, el Canciller expresó su molestia con Gabriel Fuks, quien al conocer la noticia de la fuga fue declarada persona non grata en Ecuador. Pero la responsabilidad de Fuks iría más allá de la omisión o el no conocimiento de la salida no autorizada de la exministra del correísmo, pues Holguín aseguró que sería cómplice del hecho.

Por otro lado, señaló que no tiene claro conocimiento de cómo llegó Duarte a la embajada argentina en Caracas, Venezuela, pero señaló que esperará las investigaciones y que la información que entregue Colombia sirva para esclarecer el caso, aunque adelantó que hasta el momento no existen registros oficiales de que Duarte hubiese pasado por ese país para llegar a su destino final.

El canciller lamentó que las más altas autoridades argentinas hayan conocido desde la mañana del sábado 11 de marzo que Duarte había abandonado la embajada, y que recién el lunes 13 se lo hayan informado, pasadas las 17:00.

Pese a la delicada situación, Holguín expresó que las relaciones bilaterales con Argentina no deberían verse afectadas por este caso, aunque reconoció que al momento «están enfriadas», por una falta de confianza y el rompimiento de compromisos previos.

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