El cubeto 10 del relleno sanitario de El Inga, donde terminan todos los residuos sólidos de Quito, está al tope de su capacidad, y la construcción de uno nuevo podría tardar hasta 2023, según anunciaron algunos concejales de la ciudad. Sigifredo Aldás, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha, planteó la declaratoria de emergencia sanitaria para poder gestionar de forma adecuada las más de 2000 toneladas que genera diariamente la capital.

Créditos: El Telégrafo

En Notimundo al Día, Sigifredo Aldás, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha, informó que Quito genera hasta 2 220 toneladas de residuos por día, que sumado a las 17 toneladas de desechos hospitalarios y la falta de espacio en los rellenos sanitarios, están generando una crítica situación en el manejo de la basura.

Aldás recordó que el año pasado se hizo una auditoría técnica al relleno sanitario de El Inga, específicamente por la construcción del cubeto 10. El proyecto, que debía ser lanzado a licitación, fue ejecutado finalmente por un convenio entre las empresas públicas Emgirs y Epmmop, donde se aseguró un ahorro de USD 1 millón. Sin embargo, desde el CICP se advirtió que no se debía hacer eso, sino que hay que respetar los lineamientos del concurso.

La falta de mantenimiento y la poca preocupación de las autoridades tienen mucho que ver en la crisis que atraviesa la ciudad en cuanto al manejo de residuos sólidos. Pero la ciudadanía también tiene gran parte de responsabilidad. Aldás recordó la importancia de la clasificación de residuos desde los hogares, al reducir, reusar y reutilizar.

También explicó que esta situación mantiene en peligro a los moradores del sector, que ya denuncian la contaminación del río Inga y de la vegetación del sector, pero también al resto de la ciudad, pues ese relleno sanitario recibe toda la basura que se genera al día. Por ello, Aldás reiteró su disposición para brindar asesoría técnica al Municipio, pues actualmente se espera todavía una fecha exacta para la construcción del cubeto 11, mientras los residuos se siguen colocando en cubetos antiguos. «Se debe cambiar el modelo de tratamiento de los residuos», añadió.

Para Aldás, debería declararse la emergencia sanitaria en Quito, debido a la crítica situación por la que atraviesa el relleno sanitario de El Inga. De no hacerlo, se volvería a destinar los residuos a botaderos, como en su momento fue el de Zámbiza, causando otras afectaciones ambientales y a la salud de los ciudadanos.

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